Alrededor de 2.000 peregrinos argentinos y 120 voluntarios viajaron a Panamá para participar de la Jornada Mundial de la Juventud del 22 al 27 de enero. Un grupo de treinta jóvenes, acompañados por un matrimonio y dos sacerdotes, viajaron con la pastoral de San Isidro y nos cuentan de esta experiencia inolvidable.

Muchos no se conocían entre sí, pero justamente de eso se trata la jornada: Congregar a millones de jóvenes de todo el mundo al encuentro unidos en la fe, «completos desconocidos de diferentes nacionalidades pueden unirse en un abrazo de emoción, sabiéndose hermanos en Jesús», como lo relata Tomás Ruiz Luque (18 años). «La facilidad de conocer gente y el poder tratarla como amigos de toda la vida por compartir lo más importante, la fe, es lo que más me llenó el alma».

Tomás de Vedia (17 años), también comparte como, habiendo partido de Ezeiza sin conocer a nadie, volvió con un grupo de amigos, amistades verdaderas. «Esto fue producto de la convivencia entre personas que se encontraron dispuestas a dejarse sorprender y salir al encuentro del otro. En esta Jornada Mundial de la Juventud, no solo nos encontramos con nosotros mismos, sino que también nos encontramos con miles de personas que venían a buscar lo mismo que nosotros: sentirse acompañados en la Fe. Fue muy gratificante saber que muchos jóvenes del mundo también se sienten llamados por lo mismo».

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Una vez allí, Juan Eduardo Wehner (17 años) cuenta que la comunidad de San Carlos, la parroquia que los hospedó durante la pre-jornada, los recibió con mucho entusiasmo y cariño. En estos días previos a la Jornada en las afueras de Panamá, interactuaron con los panameños locales y el resto de los representantes de cada país que también estaban en la parroquia. «Realizamos diversas actividades como plantar un árbol (El Copé), celebrar misas juntos, hasta ir a la playa. La pre-jornada nos sirvió para unirnos como grupo, empezar a consolidar varias amistades». «En el día a día te ibas llenando de sorpresas y anécdotas, como subirse al transporte público y cantar y bailar entre todos los pasajeros (casi todos, peregrinos)», recuerda Tomás RL.

El 22 de enero comenzó la Jornada, la cual describen como una experiencia única, no solo por escuchar al Papa y compartir la alegría de la fe, sino también por el grupo que se formó entre los treinta y cuatro, «con el que tan fácil se hizo convivir y pasarla bien; en todo momento con una sonrisa y buena onda», describe Tomás RL.

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En la Jornada, intercambiaron pins, rosarios, cintas o hasta incluso banderas con distintas personas de todo el mundo. «Aunque hablemos distintos idiomas, hablábamos el lenguaje de Dios, lo que nos unía». Acerca del encuentro con Francisco, Eduardo también se enorgullece de tener un Papa argentino: «Es una persona que sabe hablarle a los jóvenes y a los jóvenes de corazón. Sabe cómo tomar la iniciativa, sabe cómo poner las palabras precisas en cada momento. ‘Los jóvenes son el presente, no el futuro’. Nos invita a agarrar las riendas en nuestras comunidades y a luchar por una iglesia mejor, pero es la lucha pacífica, la lucha de la oración y de los actos buenos».

Tomás DV nos deja una última reflexión: «Últimamente es difícil encontrar jóvenes fieles, y ver la marea de gente que movió esta Jornada sin duda que nos hizo sentir parte de una comunidad mundial que está más viva que nunca y que nos invita a seguir saliendo al encuentro. Por otro lado, creo que coincidimos todos en que nos sentimos profundamente orgullosos de poder ser parte de esta comunidad. No solo mundial, también como jóvenes de San Isidro. Creo que ninguna amistad que formamos fue casualidad sino que estaba todo planeado desde antes por Dios. Si hay algo que nos llevamos son las amistades, de esas que perduran. Por más que no volvamos a ver a muchos de ellos, sabemos que vamos a seguir conectados, no solamente por las redes sociales si no por una red mucho mayor y profunda. Y para terminar, recordarnos a nosotros, los jóvenes, las palabras del Papa Francisco: “Los jóvenes no son el mañana, sino el presente”. Así que no dejemos para mañana el servicio que podemos brindar hoy!».

 Agradecemos a los chicos por compartirnos su experiencia y contarnos un poco como lo vivieron. También pueden ver cómo fue un poco el día a día en nuestro Instagram @pjuventudsi

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